Carta Nº 37

-Aprendiendo a vivir solos-

Hemos estado viviendo solos una semana... una semana! y aun asi no pudimos vivir en libertinaje.

Para el martes en la noche, ya extrañabamos a los Srs Alvarez, para el miercoles en la mañana...q mañana digo al medio dia, esta, su escritora perdio la imaginacion hasta para cocinar y eso que no se cocinar. Para la tarde ya habiamos planeado una reunion, que nos dejo añicos la casa, que me dejo durmiendo con el frio por no tener ventana y en la oscuridad por haber quemado los focos de luz. Al jueves la despensa ya estaba casi vacia, la casa hecha un desastre y aun nos faltaban largos dias por esperar.

Asi pasaron el sabado (dia de relajo total), el domingo, donde invadio el hambre con tal ferocidad, hasta el lunes que ya no sabiamos si el dia era dia y la noche era noche pues ya habiamos cambiado el ciclo del sueño circadiano.

Hasta que llego el martes, hasta que hoy, llegaron tras reclamos y molestias, ordenes y mas ordenes...pero por fin pudimos comer como se debe comer y ya extrañaba aquellos ronquidos, mas fuertes que los mios, el aroma del cafe, el olor de aquel desinfectante y marcas de lapiz labial en mi rostro... ¡Que bien se siente tenerlos de vuelta!